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Biomonitoreo participativo de ríos con ANAI

Rio Yorkin

Los ríos, los peces y otra fauna nos indican cómo está la salud del río. ¡Pero debemos prestar atención! (Foto David Herasimtschuk/Cortesía ANAI)

La Cuenca Binacional del Río Sixaola tiene una biodiversidad excepcional, con la cual conviven más de 33 mil personas dentro de un valioso ecosistema. Pero se encuentra en riesgo ante graves problemas ambientales generados por la actividad humana.

Los ríos de la Cuenca, sea el Sixaola, Telire o el Yorkín, son venas de vida para el territorio. De su sano estado depende nuestra salud y la del ambiente. Si miramos con lupa la vida de los ríos, podemos entender mejor cómo está la Cuenca y cómo la impactamos. El río es un organismo vivo con varias partes que funcionan en conjunto.

La Asociación ANAI es una organización costarricense fundada en 1983. En el 2000, arrancó su Programa de Biomonitoreo de Ríos para promover la conservación de los ríos y cuencas de la zona de La Amistad Caribe de Costa Rica y Panamá.

Desarrollan ciencia para entender cómo está la salud de los ríos, pero sobre todo es involucramiento de las comunidades, de gente que aprende sobre el ecosistema que la rodea y tiene información para actuar y conservar.

“El pez está aquí 24/7, incluyendo los domingos. Si podemos interpretar lo que el pez u otro animal dice, podemos empezar a entender todo el entorno”, nos explica Bill McLarney, co-fundador y líder de la Asociación ANAI.

Gente participa, aprende y actúa

Biomonitoreo peces ANAI 1
Biomonitoreo peces ANAI 2

ANAI usa distintas herramientas como redes y baterías. Se conduce electricidad al agua para capturar peces, sin hacerles daño, que luego serán parte de la evaluación y devueltos al agua.

+635 monitoreos participativos 200 sitios de La Amistad Caribe de Costa Rica y en menor medida Panamá +2 mil participantes

ANAI enfatiza que no es suficiente depender de la ciencia, de las instituciones o de las leyes y normativa. Sino que es esencial y posible involucrar a las comunidades y las personas que usan los ríos.

El biomonitoreo se realiza para determinar la salud biológica de un trecho del río. Se compara con sitios de referencia con características similares, pero no impactados por la actividad humana. ANAI aplica 3 metodologías:

  • Ensamblajes de peces mediante la captura con electropesca y censos visuales
  • Análisis de macroinvertebrados acuáticos como camarones, insectos, caracoles y gusanos
  • Estudio del entorno

Al aplicar las tres metodologías se puede calificar la salud del río entre Excelente, Buena, Regular, Pobre o Muy Pobre.

Semáforo bioclases

Salud del río y del ecosistema

La bióloga Ana María Arias Moreno, coordinadora de investigación de la Asociación ANAI, nos comenta que, con esta combinación de metodologías, no solo se evalúa la calidad del agua, sino también alteraciones en el hábitat dentro del cauce y la zona ribereña.

“Estos grupos animales al estar ahí todo el tiempo responden a los impactos de la actividad humana, envenenamiento, deforestación, mal uso de la tierra que genera exceso de sedimentos”, detalla.

En los ríos de la Región La Amistad Caribe hay más de 40 especies de peces. Al hacer biomonitoreo, se toma una muestra de los peces y se evalúan aspectos como:

  • Diversidad de especies
  • Abundancia
  • Salud externa de los individuos
  • Grado de tolerancia a la contaminación
  • De qué se alimentan
  • Relación con el hábitat

¿Cómo escuchamos a los peces? Cada aspecto recibe una calificación y permite calcular un índice que ANAI adaptó a la región. Por ejemplo, la panzona común (Poecilia gillii) es un pez que se reproduce más cuando hay deforestación (tala de los árboles de la orilla que permite mayor ingreso de la luz del sol) y un aumento de nutrientes que ocurre cuando hay más contaminación orgánica (agroquímicos, potreros, aguas residuales).

“Cuando tenemos estos dos factores combinados en un sitio – mayor entrada de sol, mayor entrada de nutrientes – hay mayor crecimiento de algas en el río. Ese pez se alimenta de las algas”, comenta Arias.

Jornada de biomonitoreo participativo con ANAI y aplicación de metodologías.

ANAI también analiza los macroinvertebrados acuáticos, invertebrados que viven dentro del agua y se observan a simple vista. Se usa el índice BMWP (Biological Monitoring Working Party) modificado para Costa Rica. El índice asigna puntajes a las familias de estos animales según su grado de sensibilidad a la contaminación.

Se complementa la información biológica con un índice que evalúa la condición del hábitat también adaptado a la zona. Tiene 15 métricas que evalúan aspectos como claridad del agua, sedimentos y vegetación ribereña. Esto aporta valor al analizar el hábitat físico de los ríos como cobertura boscosa, sombra o conectividad.

Resultados jornadas 2023

Mapa jornadas 2023

Los problemas de salud de los ríos aparecieron de nuevo en los resultados de las jornadas de biomonitoreo participativo de ríos en la Cuenca del Sixaola lideradas por la Asociación ANAI en el 2023, en unión con el Proyecto Conectando Comunidades y Ecosistemas OET-GEF-PNUD, autoridades de Costa Rica y Panamá, organizaciones locales y pueblos indígenas.

El equipo realizó 17 jornadas de biomonitoreo en las cuales participaron 58 personas. Los sitios monitoreados se concentran en la parte media y baja, de ellos:

• 7 recibieron la bioclase de BUENO
• 6 REGULAR
• 2 obtuvieron la calificación de POBRE
• Y 2 MUY POBRE
• Ninguno tuvo EXCELENTE


De los 12 sitios para los que ANAI disponía de información previa:

• 8 presentan una tendencia negativa en su salud biológica
• 3 se mantienen estable
• y solo el río Sand Box presenta una tendencia positiva, gracias a un esfuerzo de restauración que continúa.





















¿Dónde están los puntos más y menos saludables?

Río Uren

El río Urén está muy bien conservado. (Foto Freshwaters Illustrated/Cortesía ANAI).

Los sitios calificados como BUENO se concentran en la subcuenca del río Yorkín y en la de la laguna de Gandoca. Aquí los pueblos indígenas que habitan basan su economía en la agricultura orgánica a pequeña escala del cacao, banano y cultivos de subsistencia. Además promueven un turismo rural comunitario. Hay muy poca contaminación.

En las cabeceras de la subcuenca de la laguna de Gandoca hay pocas población y el ecosistema está poco intervenido. Los 3 sitios monitoreados están en áreas en conservación. A pesar de su resiliencia sufren por la crisis climática.

Los trechos con calificación de POBRE fueron: - el río Shiroles en la subcuenca del Telire, que recibe la influencia de los poblados de Bribri y Cabécar, - y el río Carbón en el centro de Bribri, la cabecera del cantón de Talamanca.

Los puntos con peor bioclase, MUY POBRE, están en la quebrada Quiebra Caña en Costa Rica y el canal Washout en Panamá; ambos en la subcuenca Bajo Sixaola, donde hay más impacto de la actividad bananera. El canal Washout también está fuertemente contaminado con aguas residuales y residuos sólidos de las comunidades del corregimiento de Las Tablas, el más poblado de la Cuenca del Sixaola.

Resultados de las jornadas del 2023.





















La voz de las personas participantes

Biomonitoreo participativo de ríos en la Cuenca del Sixaola: la voz de la gente

Junto a la Asociación ANAI generamos materiales para aprender sobre la metodología del biomonitoreo participativo de ríos. Descárguelos tocando los siguientes enlaces:

- ¿Qué es el biomonitoreo participativo de ríos?

- Resultados jornadas 2023

- Los ríos como corredores biológicos

- Peces exóticos invasores

- Informe técnico jornadas 2023

Logos biomonitoreo

Protegemos lo que amamos, pero amamos solo lo que conocemos. El agua, los ríos, los ecosistemas y la gente de la Cuenca del Sixaola sufren por un modelo de producción insostenible. Pero con datos y participación ciudadana podemos sanar y transformar nuestra relación con esta maravillosa Cuenca.

Estudio guías
Río Uren